Paseo por el Pisuerga: la ruta del Espinar
Hoy te presentamos una refrescante ruta fuera de la capital, concretamente a 2,7 kilómetros, en una urbanización llamada: La Vega.
Este paseo lo haremos alrededor del río Pisuerga, cuyo nacimiento se remonta al norte de Palencia y desemboca en el río Duero, del que es afluente, en Geria (Valladolid).
La vega del Pisuerga es famosa por ser una zona de huertas y campos agrícolas que en época de buen tiempo es una maravilla de ver por todos los colores y olores que desprenden los árboles frutales.
Las horas recomendadas para dar este paseo son las primeras de la mañana o las últimas de la tarde pues la presencia humana es menor y el porcentaje de ver algunas de las fantásticas aves locales es mayor.
Para comenzar estar ruta tomaremos el camino del Espinar, que transcurre entre las huertas a las afueras de La Overuela. Nos dejamos seducir por toda la cantidad de árboles frutales como ciruelos, higueras, membrilleras, manzanos, perales y vides. Precisamente gracias a esta extensa gama vegetal, aves fructíferas como los colirrojos tizones, petirrojos, zorzales, mirlos o estorninos pueden ser avistados degustando estos dulces manjares.
Si en vez de por la mañana hemos decidido tomar este paseo al fresco de la tarde quizá tengáis la suerte de escuchar a la lechuza común o el silbido del autillo, pero, aunque las podáis escuchar, son las aves rapaces más difíciles de avistar.
Avanzado el paseo, el camino gira a la derecha en dirección al río donde observaremos algunas choperas en repoblación que albergarán una variada gama de pájaros carpinteros como el pito real ibérico, el pico picapinos o uno de los más difíciles de observar: el torcecuello. Un pájaro que se diferencia de sus hermanos por no excavar su nido sino que se asienta en oquedades naturales donde gracias a su plumaje similar a una corteza se le hace muy fácil camuflarse.
Saliendo de las choperas llegamos al centro de la vega del Pisuerga donde el terreno es fértil, llano y propicio para la cosecha de alfalfa, remolacha y otros cultivos de regadío. Esto hace que la aparición del topillo campesino sea propensa y podamos ver alguno corriendo campo a través, pero gracias a las aves rapaces como el milano negro, el águila calza o el cernícalo primilla, las plagas están controladas de forma natural.
Y por las noches es el turno de guardia del búho campestres, que pese a ser otro aliado de agricultores, le gusta encontrarse con los paseantes o conductores nocturnos y no le preocupa ser detenidamente observado, tienen el problema de ser una presa fácil para los cazadores.
Finalmente, el paseo termina cruzando el bosque de ribera, donde podeos encontrarnos con algunos ruiseñores, oropéndolas o pájaros moscones mientras vemos como los últimos rayos del sol pasean entre las ramas de los árboles.
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