Una de las leyendas más populares de Valladolid gira en torno al Palacio Pimentel, que está situado en la zona del Valladolid de la Corte, frente al  Palacio Real y haciendo esquina con la plaza de San Pablo.

Doña Constanza de Bazán Osorio, lo heredó de su padre y al contraer matrimonio con Don Bernardino Pimentel,  ocupan el palacio y lo reforman  de acuerdo a su condición como regidor de la ciudad. Convirtiéndolo en uno de los palacios señoriales más importantes de la ciudad.

Su amistad personal con el rey Carlos I hizo que este eligiera su casa como residencia imperial en sus frecuentes visitas a la ciudad, ya que el rey  no tenía  palacio propio. El hecho más relevante es que durante su estancia para asistir a las cortes en 1527 naciera el 21 de mayo su heredero, el futuro rey Felipe II.

Y aquí es dónde comienza la leyenda,  que no  una verdad histórica, apoyada por la existencia de una reja del edificio que  aparece cortada al medio y unida por una cadena y  cuyo motivo se desconoce.

Según la jurisdicción parroquial de la ciudad en esa época, cada vecino debía ser bautizado en su correspondiente parroquia y como la entrada del palacio Pimentel estaba situada en la Corredera de San Pablo (actualmente calle Angustias), la parroquia que le correspondía era San Martín. Siendo el deseo del emperador bautizar a su hijo en la iglesia de San Pablo, que había adquirido carácter regio por ser el lugar dónde se celebraban las cortes. Por ese motivo, según cuenta la leyenda,   esa ventana se convirtió en una puerta con el fin de que la comitiva real, tuviera acceso directo a la plaza de San Pablo el día del bautizo. El reflejo de esta leyenda está plasmado en la decoración de azulejos de Talavera que adorna el zaguán, realizados entre 1939 y 1940 por el  maestro J. Ruiz de la Luna.

La realidad histórica es que el bautizo el  5 de junio de 1527, se celebró con una espectacular ceremonia, embelleciendo el recorrido hasta la iglesia con una pasarela ricamente adornada, por la que discurrieron los invitados hasta la iglesia de San Pablo.

El palacio está  configurado en torno a un patio central, que consta de dos pisos, en su fachada destaca la ventana de estilo plateresco de  la esquina. Su interior ha sufrido modificaciones para adaptarlo al uso actual. Destacando también dos artesonados de origen mudéjar colocados  cuando fue adquirido por la diputación a mediados del sigloXIX. El patio refleja  la arquitectura de su época, sobresaliendo también los azulejos de cerámica instalados en el zaguán que reflejan escenas destacadas de la época, como el bautizo de Felipe II.

Actualmente el edificio es propiedad de la Diputación y cuenta con varios espacios dónde se celebran exposiciones temporales. En estos días una de estas salas, acoge un Belén Bíblico Monumental que nos acerca la cultura de Egipto, se puede visitar de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00.

Una de las ventajas que te ofrece el Hotel Olid,  por su céntrica situación es el acceso a los lugares dónde se ha desarrollado parte de la historia de Valladolid, como este palacio, la iglesia de San Pablo o la Casa de Zorrilla, dándote un agradable paseo por la zona.