Edificios históricos

El Palacio del Marqués de Villena

El Palacio de Villena data de mediados del siglo XVI.

El Palacio de Villena, anterior a la llegada de los Austrias a la ciudad del Pisuerga, es obra de Francisco de Salamanca y se comenzó a construir a mediados del siglo XVI. Es muy similar en el patio y la escalera principal al Palacio del Licenciado Butrón, otro edificio diseñado por él.

El edificio palaciego es de estilo renacentista y es un encargo de Antonio de Velasco y Rojas y su esposa Francisca, a Francisco de Salamanca, arquitecto conocido por la reconstrucción de la Plaza Mayor tras el gran incendio de 1561.

Este elegante y completo Palacio se encuentra al lado de la Plaza de San Pablo y comparte la zona histórica del Valladolid de la corte con otros edificios como el Palacio Real, el Palacio Pimentel o la Casa de Zorrilla.

Arquitectura y diseño:

La escalera es de grandes proporciones y permanece con el mismo artesanado y cantería enteramente labrada de sus inicios, también conserva el zaguán original y parte de la fachada que vamos a detallar:

Sobresale el arco imponente de la fachada, con enormes dovelas, labradas también en cantería sobre la cual destaca una regia ventana con las armas del propietario. En cambio, sí que se le incorporó los torreones de los ángulos, encargo del marqués de Casa Pombo, siglo XIX, que no estaban diseñados en el inicio original. A este marqués se le debe la influencia y transformación neorrenacentista de la fachada, basada en la reordenación de los vanos y la integración de frontones triangulares y curvos sobre ellos.

El interior es el típico patio de Palacio vallisoletano de la época: dos pisos de arquerías en tres de sus lados, arcos de medio punto con columnas de capiteles jónicos más bien lisas y medallones en las enjutas.

Dada la proximidad al Palacio de Pimentel, donde nació Felipe II, el emperador Carlos V durmió durante muchas ocasiones en el Palacio de Villena. Después de la familia de Villena, el Palacio ha pasado por distintas familias, destacan: Perteneció a don Diego Hurtado de Mendoza, segundo hijo del Cardenal Mendoza y al heredarlo su hija, Ana, llegó a pertenecer a su esposo, Ruy Gómez, más conocido como Príncipe de Éboli; la Princesa de Éboli es muy conocida (se han hecho películas y series) por sus amoríos con Antonio Pérez, secretario de Felipe II; también perteneció al infantado y marqueses de Pombo y por último a Alonso Pesquera, que vendió al Estado español en 1919 que la utilizó hasta 1982 como sede al Gobierno Civil.

Actualmente, el Palacio de Villena se integra en el complejo del Museo Nacional de Escultura y alberga la biblioteca, sala de conferencias, depósito, talleres y dispone de grandes colecciones de escultura policromada, además en su salón de actos principal se presentan exposiciones temporales, actividades conjuntas con otros museos e instituciones, pero el gran protagonista cultural del Palacio es el Belén Napolitano:

El principal acto del año para el Palacio es la exposición del Belén napolitano, una obra maravillosa compuesta por multitud de piezas artesanales, de gran riqueza e imaginación, y suelen mezclar los textos bíblicos con leyendas cristianas o incluso situaciones actuales. Se empieza a presentar a principios de diciembre y suele estar a disposición del público gran parte del año. Cada año incorpora piezas nuevas, el último Belén fue montado por el diseñador IgnasiCristiá, que realizó un trabajo de documentación para que se pareciese lo máximo posible al Nápoles actual e incluía el volcán, la bahía y piezas arquitectónicas neoclásicas.

La céntrica situación del Hotel Olid es una gran ventaja, ya que se sitúa a solo a un paso del Valladolid de la Corte.Rodeado de monumentos, zonas de ocio y próximo al Palacio de Villena como a otros sitios de interés cultural, que te pueden interesar en tu visita a la ciudad.