Valladolid legendario

Valladolid legendario (II)

Valladolid cuenta con una historia por cada adoquín que hay en sus calles. Hay infinidad de páginas dedicadas a nuestra legendaria ciudad, y nos encanta recogerlas para que conozcáis un poco más de nuestra casa y os entren ganas de visitarnos.

¿Por qué nos llaman pucelanos?

La leyenda más popular y aceptada por los vallisoletanos sobre porqué nos llamamos pucelanos trata de un grupo de caballeros autóctonos partieron para luchar durante la Guerra de los Cien Años en el bando de Juana de Arco, la Doncella de Orleans. En el castellano antiguo “pucela” significaba doncella, por lo que los caballeros de la doncella pasaron a llamarse “pucelanos”. Hipótesis, que a pesar de ser la más extendida no tiene fundamentación documental de la época.

Otra de las teorías dice que Pucela hace referencia a la geografía de la ciudad, ya que se trata de una llanura en la que se encuentra en Esgueva, el Pisuerga y el canal de Castilla. Por lo tanto hablan de una “poza” en un entorno de secano. De ahí el diminutivo “pozuela”, que el paso de los años varió al actual “Pucela”. Esta hipótesis estaría en sintonía con aquella que dice que Valladolid significa “tierra de aguas” (valle de olid) Aunque las dos palabras no tengan el mismo orígen, hacen referencia a una misma realidad. Sin embargo no se puede afirmar nada ya que las teorías sobre el origen del nombre de Valladolid también son extensas y variopintas.

Existe otra teoría, esta vez sí se han encontrado documentos de su veracidad, estudiada por el académico César Hernández, que concluye que el apodo se remonta al siglo XVI cuando la ciudad sufría problemas de salubridad y se respiraba un hediondo olor por las calles. Hay indicios de que Quevedo lo menciona en las irónicas alabanzas a Valladolid del romance XLVI con lenguaje en clave.

Y, finalmente, la que puede que sea la menos conocida. Se dice que pucela deriva de la época en la que Valladolid tenía la exclusiva de distribución de los cementos italianos “Pozzuoli”, nombre del que deriva “puzolana” (los materiales silicios de los que procedía originariamente el cemento), así los vallisoletanos que se dedicaban a este negocio fueron llamados pucelanos, y de ellos se extendió a los habitantes de toda la ciudad.

 

Leyenda del puente mayor

La leyenda que se ha encontrado escrita por la dama María de Feijóo en 1872 cuenta que en uno de los viajes del Conde Ansúrez, su esposa, Doña Eylo Alfonso se quedó en Valladolid con sus hijos y sus sirvientes. Uno de ellos, Mohamed, estaba profundamente enamorado de unas de las asistentes de la Condesa, Zaida Fátima, pero los condes no consentían esta relación.

Mohamed diseñó el Puente Mayor con la finalidad de ganarse el favor de Ansúrez y conseguir su bendición, ya que la condesa tenía grandes deseos de contar con un paso sólido sobre el río que evitase tener que cruzarlo en pequeñas barcas poco seguras. El enamorado consiguió construir un puente de piedra, diseñándolo muy estrecho, con idea de que sólo pudiese atravesarlo a la vez un puñado de hombre y la población no corriera el peligro de incursiones y ataques enemigos.

Sin embargo, cuando Don Pedro regresó a Valladolid, lejos de mostrarse contento y satisfecho por el trabajo de Mahomed y la estrategia aplicada en la construcción del puente, mandó llamar a un ingeniero de caminos para que lo ensanchara. El ingeniero resultó ser Hugo de Moneada, Conde de Llobregat, y cuando la obra de ensanche del puente estuvo finalizada, le pidió a cambio al Conde Ansúrez la mano de Zaida Fátima. Finalmente se casaron tras conseguir bautizarla.

Ovnis

Es conocido por los entendidos del tema que la zona del Valle del Esgueva es una zona de actividad ovni muy elevada, coincidiendo casualmente con la zona de bases militares. Pero el caso más sonado y que recogieron los medios fue cuando un objeto volador no identificado sobrevoló a una altura de 2700m el cielo Vallisoletano el 16 de septiembre 1965. A las cuatro de la tarde de ese día, en la Plaza Mayor se empezaron a reunir multitud de gente que no perdía de vista el cielo. Sobrevolando la Plaza un artefacto triangular que dicen tenía una envergadura de 1km. Se estima que este acontecimiento fue visto por más de 300.000 personas, ya que no solo se vió en Valladolid sino que también en provincias de alrededor. Aunque no hay imágenes del fenómeno si que se exite gran cantidad de material que lo documenta.

Sin duda Valladolid es una ciudad para venir a conocerla y ponerle cara estas curiosas leyendas.

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