Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid…
En Valladolid se concentran los ríos Pisuerga, Esgueva y el Canal de Castilla, lo que condiciona su clima y sus densas nieblas.
Empezaremos haciendo una descripción del Pisuerga, nace en Peñalabra (Cantabria) y desemboca en el Duero, del que es uno de sus principales afluentes, durante su recorrido hace frontera con las provincias de Palencia y Burgos.
El asentamiento de las ciudades cerca de los ríos muestra la gran importancia que estos tenían para su desarrollo y más si estos eran navegables. Durante los siglos XIV y XV se proyectaron diversas obras para salvar las diferentes pesqueras y las entradas de agua de los molinos con el fin de hacerlo navegable. Pero fueron más o menos abandonadas. En el siglo XVII se hicieron distintas intervenciones de la mano del Duque de Lerma, con motivo del traslado de la Corte a Valladolid, pero con el abandono de la Corte se abandona el costoso proyecto.
Ha sufrido grandes inundaciones a lo largo de su historia, la mayor en el año 1962.
Lo cruzan trece puentes de distintos estilos, que son testimonio del estilo arquitectónico de la época de su construcción. Sus dos riberas se han ido convirtiendo en espacios verdes dónde disfrutar de unos excelentes paseos, creándose distintas rutas medioambientales.
Actualmente se utiliza para distintas competiciones deportivas, también hay un barco “La Leyenda del Pisuerga”, que organiza paseos y que permite admirar Valladolid desde otro punto de vista. Y no podemos olvidar la playa del Pisuerga, que se ha acondicionado y es apta para el baño.
Otro de los ríos que cruza Valladolid es El Esgueva, que nace en la Sierra de la Demanda (Burgos) y desemboca en el Pisuerga. A su paso por la provincia baña distintas zonas entre ellas la Denominación de Origen de la Ribera del Duero. En Valladolid sus distintos ramales transcurren canalizados por el centro de la ciudad y el ramal norte se mantiene al descubierto, llamado Paseo del Cauce.
El Canal de Castilla es una gran obra de ingeniería hidráulica. Es un cauce artificial que transcurre por las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid. Se construyó como propuesta del Marqués de la Ensenada, con el fin de transportar los excedentes agrarios a los puertos del norte. También ha sido un motor de desarrollo económico, permitiendo instalar industrias de distinto tipo (harinas, papel…). Cuenta con un sistema de exclusas que le permiten sortear los distintos desniveles orográficos. Está declarado Bien de Interés Cultural, dispone de distintas rutas de senderismo y se puede disfrutar de paseos turísticos en el “Antonio de Ulloa”, en Medina de Rioseco.
Esperamos que este recorrido por los ríos de Valladolid suponga un aliciente más a la hora de visitar la ciudad.
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