Además de todos sus edificios históricos y sus encantos naturales, Valladolid tiene una gastronomía envidiable. Si aún no has estado aquí, te contamos algunos de los platos y productos típicos que más triunfan entre los visitantes.

La gastronomía típica de Valladolid es muy variada, cuenta con un poco de todo; verduras, carnes, quesos, pan entre otros. Y se utilizan muchos productos de ‘la tierra’ para cocinar. Se caracteriza por ser una cocina relativamente sencilla o tradicional pero con mucho sabor.

El Vino es uno de los principales valores de nuestra región con 5 denominaciones de origen propias. Aquí se realizan los mejores vinos tintos, rosados y blancos para maridar con los platos más tradicionales o con sus interpretaciones más innovadoras.

El queso de Oveja, “Pata de Mulo,” proviene de Villalón de los Campos y es un queso muy fresco que se recomienda comer enseguida y no guardarlo. Cuando mejor esta es cuando esta recién elaborado.

Torta de Oveja, de la localidad de Pollos, un queso con un sabor potente pero de una consistencia muy suave, y untuoso en el centro. Un queso exquisito que se puede comer como entrante y que va bien con cualquier comida.

En Valladolid, como en la mayoría de España, el pan es uno de los productos más básicos en la mesa. El tradicional, denominado Pan de Valladolid, es un alimento protegido. El original se elabora con trigo candeal y se le conoce por “lechugino”. Tienen mucha miga de un color muy blanco, la corteza es dorada y muy crujiente. Es un pan muy característico por el contraste entre dentro y fuera. El pan es algo muy importante en esta provincia, incluso existe en Mayorga un museo del pan donde ver las variedades y métodos de elaboración.

Si hablamos de verduras, Valladolid tiene una tierra a la que se le da muy bien la verdura. Los espárragos de Tudela de Duero son los mejores, tanto blancos como verdes. Celebran incluso una fiesta del esparrago en la que se hacen preparaciones distintas de esta verdura tan noble y tan rica.
Alrededor de la zona también se pueden encontrar legumbres como lenteja pardina y garbanzos. Cada una de su región en particular.

El asado de Lechazo es un plato muy típico de la zona, si vas a estar en Valladolid es algo que no puedes perderte. En este caso lo más importante es el producto que es la oveja churra que sólo ha tomado leche materna. La manera tradicional de cocinarse es en horno de leña con agua y sal. También existe el pincho de lechazo que va en grandes varillas de metal y también se hace al horno de leña, dándole un toque único.

También hay asados de cochinillo y suelen hacerse de la mayoría de animales de caza, intentando hacer preparaciones en las que se mantengan los sabores originales.

Además de los asados, Valladolid es muy conocida por la elaboración de pinchos creativos. Se realizan concursos cada año entre todos los bares y restaurantes para premiar el mejor pincho. Muchos de estos pinchos son hechos con materia prima de la zona, sacando los mejores sabores de la región.

También hay varios postres, la mayoría elaborados en conventos. El más famoso es conocido como “Zapatilla,” llamado realmente Mantecado de Portillo. Una galleta con una textura harinosa que se deshace al morder, cubierto de glassa. También están los empiñonados, en la mayoría de las reposterías las encontrarás de producción propia. Las almendras garapiñadas de villafrechos y los roscos de vino.

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