Parte de la historia de Valladolid te espera a las puertas del Hotel Olid, en la céntrica Plaza de San Miguel.

Se trataba del centro exacto de la villa en el siglo XI. Por tanto, estamos hablando del punto de reunión social, el lugar más importante en el que se desarrollaba la vida de la población. Más tarde, ciertas actividades como la del mercado se trasladaron a la zona más meridional, formando la Plaza del Mercado y el Barrio de los Artesanos. Este conjunto histórico es lo que hoy conocemos como la Calle de la Platería y la Plaza del Ochavo.

La Plaza de San Miguel reflejaba la personalidad de la época. En el centro se encontraba la Iglesia de San Pelayo, la principal de las dos que se situaban en la villa antes de la llegada del Conde Ansúrez. A partir el siglo XII se la empezó a conocer como Iglesia de San Miguel, de donde recibe el nombre actual. Se trataba de la “Iglesia de la ciudad”, en ella se situaban las campanas que anunciaban a la población la celebración de un Concejo o daban la alarma para la defensa de la villa y que se conservaron hasta la Primera República.

En el siglo XV la Iglesia se quemó, y con ella los escritos más importantes de la localidad, reedificándose en 1497.

En la misma zona se encontraba la Iglesia de San Julián, que en 1775 fue unificada con la de San Miguel, formando la Iglesia de San Ignacio, donde se pueden encontrar obras de Gregorio Fernández.

En el año 1777 se comenzó con la demolición de las dos iglesias con más historia de la ciudad, quedando la Plaza de San Miguel.

Se trata de un lugar que acogió repetidamente reuniones sociales y que formó parte del Valladolid de La Corte. Actualmente, la Plaza de San Miguel se conoce como un punto de encuentro, una de las zonas de recreo que más vida reúne en los días y las noches vallisoletanas.

Alójate en el Hotel Olid, en la misma Plaza de San Miguel y disfruta de estos fragmentos de la historia de Valladolid. Una experiencia única que puedes vivir desde el mismo ambiente acogedor y tranquilo que ofrece la zona.