Valladolid legendario

Valladolid legendario (I)

Uno de los atractivos turísticos de cualquier ciudad son las leyendas de la cultura popular que circulan sobre ella. Valladolid, como ciudad de Reyes, escritores y artistas, también cuenta con las suyas. Pequeñas “comidillas” que mantienen viva la historia de la ciudad, y la viste de encanto y enigma.

Unas de las más famosas leyendas se desarrolla en el Palacio Pimentel cuando el 5 de junio de 1527, 15 días después del nacimiento de Felipe II, cuentan que le tuvieron que sacar por una de las ventanas para poderlo bautizar en la Iglesia de San Pablo en vez de en la Parroquia de San Martín, lugar poco digno para un príncipe. Otra versión cuenta que la familia real quería acceder a San Pablo directamente sin pisar la calle que estaba en obras, por lo que se construyó una pasarela elevada desde esa ventana hasta la puerta, pasarela hecha con arcos y decorada con motivos florales, ya que aunque San Martín era más próxima, los reyes podían decidir dónde bautizar al futuro Rey del imperio español del s.XVI.

La Universidad tampoco queda exenta de curiosas historias. Si nos remontamos a 1550 se cuenta que llegó a Valladolid un joven portugués a estudiar la reciente cátedra de anatomía humana de la Universidad de Valladolid. Fueron los vecino de la Calle Esgueva donde vivía el estudiante, los que alertaron de que desde el sótano de la casa del joven, cuyas traseras dan a la actual calle de la Solanilla, se oían gemidos, llantos y extraños ruidos y veían salir agua sanguinolenta a través del desagüe. Este peculiar joven confesó que había hecho un pacto con el diablo por el cual cada vez que se sentaba en la silla de su dormitorio adquiría toda la sabiduría sobre medicina, y en contraposición, extasiado de sabiduría sentía la necesidad de ponerlo en práctica. La inquisición lo condenó a morir en la hoguera, y la silla de la discordia, como todas sus pertenencias, han sido expuestas en diferentes estancias de la Universidad de Valladolid, pero se dice que quien se sienta en el sillón  del diablo muere a los 3 días, o por el contrario adquiere todo el conocimiento del mundo.

Pero en Valladolid no solo ha habido reyes exquisitos y médicos sanguinolentos. Los escritores también han dejado huella con sus letras e historias sobre su vida a su paso por la ciudad.

Se dice que Fray Luis de León, importante poeta, humanista y religioso agustino español,estuvo encarcelado en los sótanos del antiguo Palacio de los Herrera de Valladolid por traducir la Biblia a la lengua vulgar sin licencia y que aún se pueden leer algunos de sus versos arañados en la pared fruto de su cautiverio. El Palacio se encuentra situado en la calle que en la actualidad lleva su nombre, sin embargo dicen que se conocen documentos que fechan la estancia del poeta en años en los que los sótanos del edificio ya no funcionaban como cárcel.

Como estas, muchas más, sobre el Campo Grande, el Teatro Zorrilla o el porqué de llamarse Valladolid. Leyenda o realidad, como dice el refrán “cuando el río suena, agua lleva”, y en toda historia siempre hay un poquito de verdad. Valladolid es un enclave turísitico en el que cada rincón alberga una anécdota diferente que es mejor conocer en persona y empaparse del encanto de esta solemne ciudad.

 

 

 

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